martes, 27 de febrero de 2007

Liberi Fatali

Ahora que mi hermano (gracias Adri!!) me ha pasado el Final Fantasy XII (del que intentaré hablar dentro de poco, cuando lo haya jugado más y lo vea con un poco más de perspectiva, aunque por ahora promete mucho, mucho, mucho), me ha dado por recordar el video de presentación del Final Fantasy VIII y cómo me quedé con la boca abierta con ese gran temazo que es el Liberi Fatali.
Después de esa auténtica obra maestra que fue Final Fantasy VII (el primero al que jugué, como casi todos los españoles), el mejor guión y la mejor banda sonora de la historia de los videojuegos, aunque los gráficos de "muñecajos" dejaban un poco que desear, mi hermano y yo nos frotábamos las manos esperando la siguiente entrega. Fue en 1999. Y la intro hizo que se nos cayeran los gayumbos:



La primera diferencia con el VII radicaba en unos gráficos más estilizados y realistas. La historia se veia lastrada por un personaje principal introvertido, arisco y un poco desagradable. El punto de partida en el orfanato/academia de entrenamiento prometía, pero en el último tercio del juego se les iba la pinza con viajes al espacio incluidos. Y sobre todo llegaba a cansar el machacón mensaje de "no intentes hacerlo todo solo y cuenta con la ayuda de tus amigos".

Por otra parte los sistemas de combate y evolución basados en extracciones y enlaces de magias eran muy chulos, pero no era un sistema equilibrado (si te lo currabas bien podias ser imparable, tanto que la batalla final fue para mi un paseo por el parque.... y eso jode).

Las múltiples sensaciones positivas que sentí con el VII y (en menor medida) con el VIII no he vuelto a tenerlas. Espero que el XII me haga recuperar la ilusión. Y tiene todas las papeletas para conseguirlo.

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